martes, 14 de octubre de 2008

Las renuncias a viviendas protegidas se han duplicado en el último año


La crisis económica es la principal causa del incremento de rechazos
- El número de renuncias registradas fue de 66 en 2007, mientras que en lo que va del presente año es de 135
- Las viviendas a las que se renuncia pasan a ser ofrecidas a otras personas que hayan quedado en lista de espera.
Las renuncias a viviendas protegidas adjudicadas se han duplicado en Navarra en el último año. Así, y según datos del departamento de Vivienda y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, mientras en 2007 hubo un total de 66 renuncias a viviendas asignadas ese mismo año y a lo largo del periodo entre 2004 y 2006, en lo que va del presente año las renuncias han sido 135. Éstas han afectado a viviendas de protección adjudicadas en el mismo 2008 y entre los años 2005 y 2007.
El aumento de las renuncias adquiere más trascendencia si se tiene en cuenta que la cifra de viviendas protegidas sobre las que cabía el rechazo no ha crecido entre 2007 y 2008. A lo largo de 2007 se adjudicaron 2.426 inmuebles, a los que hay que sumar 7.216 de promociones desarrolladas en el periodo 2004-2006 (debe tenerse en cuanta que el tiempo estimado para la construcción de una VPO entre que se adjudica y se entregan las llaves es de aproximadamente dos años). En total, 9.642 viviendas. Por su parte, sólo en lo que va de 2008 se han adjudicado 2.426 pisos, que se suman a los 7.067 otorgados entre los años 2005 y 2007. En total, 8.276.
Según testimonios de personas que han renunciado a una VPO (reflejados en la página siguiente), la crisis económica se presenta como un factor determinante especialmente en lo que va de año. La negativa a dar hipotecas por parte de las entidades bancarias, la concesión de créditos por un importe que no cubre las necesidades del adjudicatario, la subida de los intereses, quedarse sin trabajo entre la adjudicación y la entrega del piso, o la obligación impuesta por parte de algunas constructoras de tener que aceptar (y pagar) dos plazas de garaje son, sumadas a una reducción de fondos por la crisis, algunos de los motivos que han motivado renuncias.
Fuentes del departamento de Vivienda sostienen, sin embargo, que la crisis no está siendo un factor tan determinante. "Los bancos están para ganar dinero, el importe del préstamo no es muy alto y siempre se presupone que la morosidad en las VPO es más baja. Para dejar de pagar un préstamo las cosas tienen que estar muy mal, y en el caso de las viviendas protegidas con más razón", dicen desde el departamento. "Otra cosa es que alguien se quede sin empleo y no pueda hacer frente al pago de la vivienda, por lo que renuncia. En ese caso, la crisis , que incide sobre todo el mundo, también incide sobre la vivienda protegida porque el público al que están destinadas no es, en teoría, el que tiene una capacidad económica menor. Lo que quizás no era lógico es que concediesen hipotecas sobre el 100% del precio o a personas que no tienen una experiencia laboral muy alta". Las mismas fuentes vaticinan que "sobre la vivienda protegida siempre va a haber demanda en Pamplona y su comarca. Y, en una situación con subida de los tipos de interés, inestabilidad laboral y crisis económica, quizás es preferible meterse en una vivienda protegida que en una libre".
Una vez que una VPO es adjudicada, el adjudicatario debe pagar el 20% de su precio entre una entrada y cuotas mensuales hasta la entrega del inmueble. El adjudicatario debe pedir la hipoteca cuando le vayan a entregar las llaves. Si desea un crédito que cubra como máximo el 80% del precio de la vivienda puede solicitar una hipoteca cualificada, que la otorgan los bancos en unas condiciones que fija el Gobierno de Navarra y son algo más ventajosas que en el caso de hipotecas ordinarias. Además de esto, a todo adjudicatario le corresponde una subvención del Ejecutivo foral de hasta el 16% sin IVA.
Si las renuncias se producen entre la adjudicación y la fecha prevista para la entrega del piso, una cláusula penal estipula que la constructora debe quedarse con entre el 5% y el 10% del dinero que quien rechaza a la VPO haya pagado hasta el momento. "Hay promotoras que no aplican esta cláusula", apuntan en Vivienda.
La vivienda que ha sido renunciada se vuelve a adjudicar a una persona que se encuentra en lista de espera. "En ocasiones, hay quien se sorprende porque le acaban ofreciendo una vivienda que está a punto de terminarse", dicen en Vivienda.
Rupturas de parejas
Quien renuncia a una vivienda protegida que le han adjudicado presenta una comunicación en la empresa promotora de los pisos señalando únicamente este hecho, sin exponer el motivo, y la promotora traslada a Vivienda la renuncia. Pese a que las razones no se hacen públicas, desde el departamento foral de Vivienda declaran que los personales son los más cotidianos. "Uno de los más comunes es la ruptura de la pareja adjudicataria. Otros más puntuales, un traslado de trabajo o porque el adjudicatario se casa y la persona con la que se casa tiene vivienda y ya no interesa la vivienda protegida. O porque su situación económica mejora tanto de pronto que prefiere renunciar a la protegida y, antes de meterse en la dinámica de alquilarla, comprar una vivienda libre", detallan.
La ruptura de la pareja que ha resultado adjudicataria es una de las mayores causas de renuncia. Si la solicitud para una VPO se ha hecho en pareja, la ley establece a priori que uno de los dos no puede quedarse con el inmueble de forma individual. Si la solicitud es conjunta, la escrituración también debe ser conjunta. "Los puntos no se atribuyen a uno o al otro, sino a la solicitud", exponen desde Vivienda. "Así ocurre en aquellas promociones en las que hay más demanda que oferta. Pero en las promociones en pueblos en las que las viviendas no se consiguen vender, sí que se permite".

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