El canon digital promovido por la SGAE, que obliga a pagar a culpables e inocentes por cosas tan dispares como un CD-R, un reproductor MP3 e incluso un móvil, al margen de las guerras políticas, esta llegando a cotas insospechadas.Hace pocas semanas la Audiencia de Zaragoza condenó a tres empresas de autobuses escolares por disponer de reproductores de CD y DVD en sus vehículos, por los que no habían pagado las cuotas que cobra habitualmente la SGAE. Una de las compañías, alegó incluso, que los equipos venían de serie con los propios autobuses, y que siquiera eran utilizados en el transporte de los alumnos. Sin embargo, la SGAE ni tuvo que demostrar si en el autobús escolar se reproducían películas o música sin autorización, pues el tribunal les consideró culpables por el hecho de contar con dichos equipos.Es un paso más de la persecución digital, aunque la gota que colma el vaso es la nueva LISI (Ley de la Sociedad de la Información), con la que se legaliza lo que la Asociación de Internautas califica de “patada en la puerta digital”, ya que admite que un sitio Web pueda ser cerrado sin autorización judicial por entes administrativos (Ayuntamientos, Consejerías, Ministerios, etc.), con lo que la censura a contenidos incómodos roza la censura gubernamental. ¿Cómo hemos llegado a esto?
Información:http://www.pc-actual.com/Opini%C3%B3n/Editorial/Inform%C3%A1tica_personal/Mundo_digital/20080225027
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