Bueno, voy a empezar por el principio de la historia diciendo, de partida, que me gusta mucho el Jazz.
El sábado día 23 de febrero de 2008 (el sábado pasado) recibí una de tantas llamadas comerciales de Jazztel en la que me ofrecían su ADSL de 20 megas. Como muchos de vosotros, no es la primera vez que me llaman con proposiciones comerciales de estas a las que estamos sometidos simplemente por ser clientes de Telefónica, que le pasa nuestros datos a terceros con fines comerciales… Pero ése es otro tema.
El caso es que, como hago en otras ocasiones porque ya me sé la cantinela y ya he intentado disuadir a algún que otro teleoperador, colgué sin más dilación en cuanto entendí que era una de esas llamadas.
A los pocos minutos vuelve a sonar el teléfono. Veo en el visor aquello de Número Privado (ni siquiera se puede identificar desde dónde llaman…) y a sabiendas de que sería de nuevo la oferta de marras ni siquiera descuelgo. Y al teleoperador le salta el contestador automático, claro.
Ni siquiera le di importancia cuando el teléfono soltó ese timbre entrecortado que indica que hay un mensaje de voz… Un rato después fui a escucharlo.
Qué sorpresa al encontrarme que el operario de Jazztel (supongo que en última instancia es responsabilidad de Jazz Telecom este trabajador que habla en su nombre) me ha dejado un par de minutos plagados de insultos con marcado acento y vocabulario argentino en los que me llama de todo a mi. Y a mi madre, claro. Tras los insultos, además, como de chiste, me vuelve a vender el ADSL de 20 megas pero burlándose de mi (”gallego estúpido”), del servicio (”¡no existe un ADSL de 20 megas!”) e insultándome de nuevo entre frase y frase.
Nota: Estoy intentando subir el audio a algún servidor para que esté disponible. De momento os dejo con la transcripción, aproximada porque el protagonista habla rápido y entrecortado, de las delicias que me dedica:
Mensaje número 1, recibido el día 23 de febrero a las 11 horas 56 minutos:
La reputa que te remil parió hijo de tres mil camionadas de porongas ardientes de guasca, mocha, puta, te entierro toda la verga en el orto, forro (?) chupavergas, chupapijas, culoroto, metete un poste de luz en la zanja del orto, la reputa que te remil parió, mamaverga, sí, como oiste: mamaverga. Che, loco, ¿querés comprar Jazztel? Son 28 € más 11 € de mantenimiento de línea, nada más, nada más, vas a tener lo que es ADSL de 20 megas, llamadas nacionales totalmente gratis de fijo a fijo las 24 horas del día, televisión (?) con 82 canales de base, sí, no te estoy mintiendo, 82 canales de base, loco, …, ¿Quién quiere 82 canales de base? ¿La concha de tu madre? Hijo de remil putas (?). ¿Un ADSL de 20 megas, boludo? No existe, yo sé que no existe, pero vos vas a tener, se te van a quedar 6 megas, como mucho… Nosotros te damos 20 y entre la bajada y lo que es televisión y lo que es teléfono e internet te quedan 2 megas, 1 mega como mucho, o sea una velocidad de la reputa madre, pero van (?) ustedes gallegos pelotudos que no entienden un choto tienen que esperar a que cargue la barrita abajo azul en el ordenador, ¿ordenador?, estúpido se llama computadora, la concha tu madre, esperá que cargue toda la barrita y ahí abre la página, no por que tengas 20 megas la barrita va a hacer así “chiun”, no hace “fuuu”, entendés, dale, ciao, ¡hasta luego!
Indignado consulto la página de internet de Jazztel y localizo sus teléfonos de atención. Llamo al 1565 en el que, como no soy cliente, no puedo contactar más que con el servicio comercial. De nuevo hablo con una teleoperadora (también con acento argentino) que no sabe (no puede, no quiere) pasarme con ningún responsable de ningún tipo. Simplemente me da el teléfono de atención al cliente (donde, como no soy cliente, no me atienden), un teléfono 902 para que me gaste el dinero y una dirección de correo electrónico.
Es decir, se pueden permitir tener a un montón de gente (incluso del otro lado del Atlántico) llamando sin cesar para hacer proposiciones comerciales, que yo no he solicitado, pero no pueden tener a nadie que sea responsable de dicho servicio ni que responda ante una situación de este tipo.
Para más inri, 10 minutos después vuelvo a recibir otra llamada (de un call center vecino) de otra señorita, con marcado acento argentino, que me vuelve a intentar colar la oferta del ADSL de 20 megas. Evidentemente le paro los pies antes de que me suelte la retaila robótica y le explico lo sucedido instantes antes con dos de sus compañeros. Ésta sí, muy amablemente, se disculpa personalmente y me informa de que no puede haber sido una llamada de su planta porque en ella sólo trabajan mujeres… Bueno, el caso es que me dice también que no puede hacer nada ni transferir mi llamada a nadie.
Lo dejo estar y comienzo a buscar información en la página de Jazztel. Encuentro otro número de Madrid. Llamo pero, evidentemente, es sábado y, aunque los teleoperadores de ultramar estén haciendo horas extras, aquí no hay nadie y la locución me informa de que su horario de oficina es de lunes a viernes.
Al rato llega mi novia. Repite la llamada al 1565 con la misma fortuna. Así que decidimos escribir un correo electrónico a la espera del lunes. Es decir, hoy.
Información:http://blog.tintadecalamar.es/2008/02/25/jazztel-i/
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