jueves, 4 de agosto de 2011

Letras versus depósitos ¿quién da más en rentabilidad, liquidez y riesgo?

Hace años, cuando la situación financiera o económica de un país se complicaba los inversores conservadores acudían a las letras del Tesoro en busca de refugio. Ahora, con muchas economías mundiales, entre ellas la española, en entredicho los ahorradores huyen a los depósitos a plazo fijo pese a que la rentabilidad de letras y bonos está disparada. La pregunta es ¿qué es más rentable en la actual coyuntura, la letras o los depósitos?La limitación de la rentabilidad máxima de los depósitos, impuesta por el Gobierno para poner fin a la “guerra de pasivo”, y el aumento de la rentabilidad de la deuda pública a la que obliga la crisis de deuda soberana, han propiciado que las Letras ganen interés para los ahorradores moderados.
Pero ¿sabemos las diferencias y similitudes entre ambos productos?
Las Letras del Tesoro son valores de Deuda Pública a corto plazo. Este tipo de activos de renta fija se crearon en 1987 y sólo están representados por anotaciones en cuenta. El importe mínimo de compra es de 1.000 euros, siendo las cantidades superiores múltiplos de este valor. Se adquieren mediante subasta. Los 1.000 euros que compramos en letras se nos entregan al terminar el plazo, pero el valor de compra es menor (y la diferencia es nuestra rentabilidad).
¿Cuando se cobran los intereses?
Por tanto, un aspecto importante a tomar en cuenta: el interés conseguido con las letras del Tesoro se cobra al final del periodo, al ser emitidas al descuento.
Si bien no es un producto de inversión demasiado conocido por el público en general, un particular puede contratar Letras acudiendo directamente al Banco de España, desde la web del Tesoro Público mediante firma digital. O con la mediación de su banco habitual, abriendo una cuenta de valores, aunque las entidades no suelen promocionarlas mucho ya que prefieren dar salida a sus productos de ahorro.
Por otra parte, los depósitos a plazo fijo son un producto financiero ofrecido por bancos y cajas de ahorro, a través del cual paralizamos un dinero en la imposición a plazo fijo (IPF) durante un plazo, a cambio de un interés. Este tipo de interés puede ser al vencimiento (se nos paga al finalizar la IPF junto al capital), por anticipado (se nos pagan los intereses al inicio de la imposición y el capital al final del plazo) o intereses periódicos, en que cada mes o periodo se nos abonan intereses.
Y la duda del millón es..¿Son más rentables las Letras o los Depósitos?
Riesgo y rentabilidad es el binomio que siempre tenemos que tener en cuenta a la hora de comparar alternativas financieras. Empecemos con las Letras. La rentabilidad de la última subasta -tomando como referencia el tipo de interés medio (TIR)- fue la siguiente:
  • Letras a 3 meses: 1,899%.
  • Letras a 6 meses: 2,519%.
  • Letras a 12 meses: 3,702%.
  • Letras a 18 meses: 3,912%.
En cuanto a la rentabilidad de los depósitos, hay que tener en cuenta que, a diferencia de las letras y bonos, la entidad nos suele establecer un mínimo de inversión, y también un máximo. Normalmente a más cantidad invertida y plazo más largo, más intereses podemos obtener del banco. Cada entidad financiera ofrece diferentes opciones, en plazo, forma de abono de intereses y rentabilidad. Para hacernos una idea del mercado, pondremos algunos ejemplos de los mejores depósitos y la media que iahorro.com calculó, en base a su catálogo de productos, en su último informe:
  • Una IPF a 3 meses, como el Depósito Azul, remunera a un 3,35 nominal (3,40 TAE). La rentabilidad media de los depósitos a este plazo, calculada por iahorro.com, fue de 1,548% TAE.
  • A 6 meses el bancopopular-e nos daría un 3% TAE, a partir de 3.000 hasta 100.000 euros. Media calculada por iahorro.com de 1,739%.
  • A 1 año podemos obtener rentabilidades del 3,50 TAE, si invertimos de 3.000 a 5.000 euros en CatalunyaCaixa, por ejemplo. Media de 2,078% (depósitos entre 6 meses y 1 año).
  • A 18 meses podríamos optar a un Depósito 18 de Caja Inmaculada al 2,32 TAE. Sin duda habrá ofertas superiores, si bien no es un plazo muy ofertado fuera del circuito de las sucursales. La media de los depósitos a más de un año se calculó que era del 2,533%.
Comparando, podemos decir que la rentabilidad actual de las Letras supera la media del sector en imposiciones a plazo fijo. Hay que decir que, en parte, este diferencial se debe al aumento de la prima de riesgo de la Deuda Pública española. Los mercados financieros compran deuda soberana a los estados porque es una buena inversión. Una rentabilidad moderada a cambio de muy poco riesgo. Al menos en condiciones normales.
Pero estamos inmersos en una crisis de deuda; con Grecia, Portugal e Irlanda intervenidas para intentar evitar que quiebren definitivamente, los próximos de la lista podrian ser Italia y España. No es un escenario demasiado probable, pero si la economía italiana o española fallan en el cumplimiento de sus compromisos de pago, la Unión Monetaria desaparecería; al menos en los términos pactados en su creación. Y esta posibilidad la descuentan los mercados, que nos cobran una prima de más de 300 puntos respecto al bono a 10 años alemán.
Que la rentabilidad de la deuda de un Estado sea superior a la remuneración del dinero que hace una empresa privada (los bancos) es algo bastante atípico. Es como decir que el mercado considera menos arriesgado depositar dinero en un banco que en un país moderno. Pero estamos viviendo un momento económico muy peculiar, y lo que antes era extraño ahora es habitual.
Perfil del inversor
Tanto las Letras del Tesoro como los depósitos estarían indicados para un inversor prudente que quisiera obtener una rentabilidad sin apenas riesgo.
Al tener un coste de mantenimiento de la cuenta de valores, es más rentable adquirir Letras del Tesoro directamente, sin pasar por el banco. Para los clientes de cierta edad o bajos conocimientos financieros, no  es sencillo contratar de esta forma. Además suelen preferir productos conocidos y recomendados por su entidad financiera, como las IPF.
Riesgo
Las Letras del Tesoro están garantizadas por el Estado. La posibilidad de quiebra de España y el incumplimiento de sus obligaciones es un escenario poco probable. Hace unos años lo descartaríamos totalmente, pero viendo los problemas que presentan economías como la de EE.UU. para garantizar que no suspenderán pagos, debemos tener en cuenta el riesgo.
Los depósitos a plazo están garantizados en un primer momento por la entidad financiera que los comercializa y, en caso de quiebra de ésta, por el Fondo de Garantía de Depósitos (con un máximo actual de 100.000 euros por persona y entidad). En caso de quiebra del Estado, seguramente los problemas se trasladarían a la garantía comentada.
Podríamos decir que las Letras gozan de una garantía adicional, y no se limitan a los primeros 100.000 euros.
Si actualmente podemos obtener un 3,702% invirtiendo nuestro dinero en Letras respaldadas por el estado español, y los intereses de los depósitos bancarios no superan el 2,078% de media, cuando el riesgo de la deuda pública se supone que es menor, ¿cuál es la razón de que los particulares no recoloquen en masa sus ahorros en Letras?
Probablemente la causa principal sea que las sucursales bancarias no están nada interesadas en ofrecer deuda pública. La razón es sencilla, necesitan liquidez y los depósitos son una buena forma de obtenerla. En cambio, la deuda pública a quien da liquidez es al Estado, no al banco. Y la comisión por custodia no les debe salir a cuenta.
Liquidez
Las Letras no se pueden cobrar hasta su vencimiento, si bien es cierto que hay un mercado secundario donde acudir. El problema es que cotizan como de forma similar a una acción, y podría ser que si tuviéramos que vender antes nos dieran menos dinero del invertido.
Los depósitos pueden ser cancelados antes de su vencimiento; algunos no tienen coste de cancelación, si bien la mayoría nos penaliza de alguna forma. En todo caso, si creemos que podemos necesitar el dinero antes del plazo pactado, son mejores las IPF que las Letras.
Fiscalidad
Ambos productos financieros tributan en el IRPF como rendimientos del capital mobiliario. Los primeros 6.000 euros al 19% y a partir de esta cantidad al 21%.
Sin embargo cuando el banco nos abona los intereses del depósito ya nos retiene un 19% a cuenta del IRPF. En cambio las Letras no tienen retención alguna.
Por tanto, si bien al presentar la declaración de rentas pagamos lo mismo por los dos tipos de rendimientos, no es menos cierto que con los intereses de los depósitos pagamos antes.
Los límites que se han puesto a las entidades nacionales para evitar la guerra de pasivo que se estaba dando, junto al incremento de la rentabilidad de las Letras producido por el aumento de la prima de riesgo de España, están dando protagonismo a la inversión en deuda pública.
El perfil de riesgo de ambos instrumentos de ahorro es similar, si bien cada uno presenta diferencias que el inversor debe calibrar en función de sus preferencias. No siempre la rentabilidad de la deuda está por encima de la de los depósitos, como ya hemos dicho. Tomar decisiones de inversión en estos momentos convulsos es de todo menos fácil. Para un particular y para los grandes inversores.

Info: http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2555783

La nueva limitación en los depósitos.Los restos del naufragio.

Julio ha sido un mes fatídico para los pequeños ahorradores. La aplicación de la Ley Salgado ha revolucionado el mercado de los depósitos de tal forma que, si echamos la vista un mes atrás, las cifras nos parecen desorbitadas, según informa HelpMyCash. 
Durante todo el mes pasado se han ido sucediendo las bajadas de rentabilidad y las desapariciones de los mejores depósitos. Ahora, una vez llegado agosto, parece que la situación se estabiliza. Por eso es el mejor momento para hacer balance y preguntarse por el alcance real del llamado “decreto antiahorradores”.
CINCO BUENAS NOTICIAS SOBRE DEPÓSITOS

Vamos a empezar con optimismo. La llegada de agosto no sólo ha traído malas noticias:
1- Bankinter mantiene la rentabilidad de su Depósito Consolidación: 4,15% TAE a 24 meses con la posibilidad de cancelarlo al cabo de un año sin penalización. El inconveniente es que no lo ofrecen en todas las oficinas y requiere invertir 15.000 euros.
2- CatalunyaCaixa sigue ignorando el Decreto con sus depósitos Reserva y Gran Reserva, que remuneran al 4,25% (3 años) y 4,50% (5 años) respectivamente. Sus pegas son el largo plazo y la poca solvencia de la entidad.
3- Banco Caixa Geral también mantiene su Depósito Platino a 24 meses, que remunera al 4,20% a 3 años. El gran problema es que no permite la cancelación anticipada.
4- Banco Popular sube la TAE de los Depósitos Gasol. Ahora su interés oscila entre el 3,20% a 6 meses y el 3,95% a 3 años.
5- Siempre quedará Banco Espírito Santo y sus Depósitos Cristiano Ronaldo, que remuneran hasta el 4,80% TAE. Recordemos que esta entidad queda exenta de la Ley Salgado por aportar al Fondo de Garantía de Depósitos portugués en lugar de al español.
CINCO MALAS NOTICIAS SOBRE DEPÓSITOS
En el otro lado de la moneda, tenemos las malas noticias sobre depósitos, inevitables en el contexto actual:
1- Banco Finantia Sofinloc (BFS) elimina sus depósitos a plazo fijo por encima del 4% TAE y ahora ofrece un máximo del 3,20% TAE a 6 meses. Eso sí, mantiene su Depósito Fidelidad, un producto que requiere una inversión de 50.000 euros dividida en dos depósitos: uno al 5% TAE y otro al 3,10% TAE, toda una maniobra para eludir la Ley Salgado.
2- Bankia elimina sus depósitos crecientes, que llegaban hasta el 4,49% TAE. Ahora ofrece como máximo un 3,14% TAE con el Depósito Más y Más.
3- Banco Pastor también elimina sus depósitos por encima del 4% TAE. Pese a ello, ofrece un todavía interesante depósito a 24 meses al 3,75% TAE.
4- Cajamar baja la rentabilidad de sus Depósitos Crecientes a 24 y 36 meses, que pasan de remunerar un 4% y 4,25% TAE a un 3,50% y 3,75% TAE.
5- ING Direct, pese a quedar exento de la nueva regulación, aprovecha la coyuntura para bajar su depósito a 6 meses del 4% al 3,33% TAE.
Como podemos comprobar, el mercado de los depósitos ha sufrido un cambio profundo y ahora parece estabilizarse. Eso sí, por la parte baja.
No sabemos hasta cuándo durará esta situación. Tal vez los bancos no sean tan obedientes en septiembre, cuando el mercado se reactive, o quizás el próximo ministro de Economía derogue el Decreto Salgado y vuelva la alta rentabilidad. Hasta entonces, lo mejor será adaptarse al mercado y elegir el mejor depósito posible. O, si se prefiere, una buena cuenta de ahorro que permita retirar el dinero en cualquier momento si los depósitos mejoran. Sea como sea, lo que toca a los ahorradores es aguantar el chaparrón y esperar a que escampe.

Info: http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2555958